miércoles, 21 de noviembre de 2012

El (discutido) Portal de Belén


El tradicional Portal de Belén ha recibido por parte de Su Santidad Benedicto XVI una buena colleja. O al menos eso parece si echamos un vistazo a la prensa del día. Lo podéis leer, contado por El Mundo, AQUÍ.



A mí lo que más me llama la atención del texto es eso que dicen que el Papa ha dicho de que en aquel Portal no hubo ni mula ni buey. Parece ser que no había animales.

Parto por supuesto del hecho de que eso no es relevante, para nada. Pero, ¿cómo saber ahora si había o no había animales en el portalillo?   

Por el momento, lo inamovible.


Soy de la opinión de que escribir sobra cosas como éstas que escribe Benedicto XVI es meterse en un berenjenal, y que Dios me lo perdone pero me parece absurdo.


Comentaba con Lola Haro en twitter a raiz de esta noticia el tema de los Reyes Magos y sus camellos o caballos. ¿Cómo saber ahora exactamente la raza a la que pertenecían, cómo viajaban o el color de sus ropajes? Y digo más, ¿qué importa todo eso?

Tenemos una tradición absolutamente maravillosa como es la del clásico Portal de Belén con la Sagrada Familia, la mula, el buey, el ángel que anuncia, la estrella que llega, los Reyes Magos a camello y sus pajes a pie, los pastores, el musgo, la nieve y los ríos de papel de aluminio. 

Me pregunto ahora: ¿qué debe primar: la tradición o lo escrito por Benedicto XVI en su nuevo libro? En las parroquias de nuestra ciudad, cuando monten sus belenes, ¿habrá mula y buey? ¿habrá estrella o supernova? ¿poner la mula y el buey es desautorizar a la cabeza visible de la Iglesia?

Seguramente no tenga importancia y esta entrada sea, como casi todas, una tontería pero alguna de estas dudas parece más que razonable.

1 comentario:

  1. Con todos mis respetos, el papa chochea, es una gilipoyez y tendlo claro que no sabía lo que le venía encima a decir semejante estupidez... no soy muy navideño, pero si mi madre pone portal de belén habrá mula y buey y el caganet y el papel de aluminio y estrellas a más no poder jeje.

    Alfredo

    ResponderEliminar