Una generación gloriosa.

La final olímpica de baloncesto nos deja a los españoles un sabor de boca fantástico a pesar de la derrota final. Tuvimos al supuesto Dream Team 2.0 a nuestro alcance todo el partido e incluso nos pusimos por delante en fases avanzadas del mismo. Al final, el físico superlativo de los americanos fue clave en su victoria. Amén de su acierto en los triples.

Esta vez la plata ha sido un oro blanco a pesar de un torneo mediocre en su conjunto, salvado por una final para el recuerdo.

Desde luego ahora debemos reconocer más si cabe a esta fabulosa generación de baloncestistas que tanta gloria ha dado a este país y tanta afición han creado a un deporte que estaba un poco en el olvido. Los Gasol, Navarro, Garbajosa, Felipe Reyes, Raúl López, Calderón, Rudy... nombres para la historia. Unos siguen en activo, otros no. Donde estaba Berni ahora está Llull, donde estaban Cabezas y Raúl López ahora tenemos a Sergio Rodríguez, Ricky Rubio y Víctor Sada. Donde teníamos a Garbajosa, tenemos a Ibaka (aunque sean totalmente diferentes). 

En definitiva se trata de una generación que venía brillando desde categorías inferiores allá por 1.999 y que nos han acercado mucho a la NBA y a los éxitos deportivos; girando siempre en torno a Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y Calderón. 

A algunos de los que hoy siguen, especialmente a Navarro y a Felipe Reyes, les pesan ya los años. Parece que Felipe se despide ya de la selección y que con Navarro surgen las dudas; aunque con un Mundial a celebrar en España en apenas 2 años todo es posible.

En cualquier caso, demos gloria a una selección difícilmente repetible que nos ha llevado donde nunca nadie nos llevó. Y mucho antes que el fútbol.