El pasado sábado, día 25, fue presentado el cartel oficial para la Semana Santa de 2014 en Almería. Las imágenes protagonistas son las de mi primera hermandad: ese Cristo para el que por primera vez fui nazareno y esa Virgen para la que por primera vez fui costalero. Y la presentación corrió a cargo de uno de mis primeros amigos, de esos que si hubiese de ordenar a mis amigos por antigüedad, desde luego figuraría en el primer tramo.
Personalmente, fue la primera vez que acudí a la presentación del cartel oficial, y también la primera vez que estuve en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Almería. El lugar es bonito y resulta acogedor para un acto de este tipo, aunque no fuimos pocos quienes tuvimos que estar de pie por falta de aforo. Pero como dicen muchos, mejor que algunos estuviésemos de pie a encontrarnos en un auditorio vacío.
El acto, me temo que suele pasar, fue político en exceso. El Alcalde presidiendo, la Presidenta de la Agrupación a su izquiera, el representante de la Vicaría... todos ellos tuvieron su breve turno de intervención que, por efecto de su multiplicación resultó no tan breve. Y el presentador del cartel quedaba en una esquina, para muchos de los asistentes oculto tras el propio cartel a presentar. Creo que en toda presentación hay que dar protagonismo al presentador y a lo que se presenta; seguramente en esto el acto es mejorable. ¿No hubiese sido mejor pedir al presentador, Ricardo Salvador Moríñigo, que se levantase y se hubiese puesto, por ejemplo, en la posición de Lola Haro para hacer su alocución? No es más que una idea para futuras ediciones.
Dejando el acto a un lado, creo que los presentes estaremos de acuerdo en lo sobresaliente de la presentación. A Ricardo no se le debió escapar ningún formalismo, o esa impresión me queda a mí. Pero es que además fue un orador tranquilo y calmado, con un discurso vibrante. Por ponerle una pega, y que no se diga que la amistad me ciega, le diré a Ricardo que en ese bonito y poético (no porque fuera en verso, sino por lo estético) repaso a las advocaciones de nuestra Semana Santa eché en falta una referencia a la advocación que da nombre a la Prehermandad que también nos une, aunque es cierto que para esto tengo la piel muy fina. El caso es que, y lo digo como lo siento, la presentación me pareció maravillosa y espero que sirva para que en años siguientes el presentador de turno no sea necesariamente un hermano mayor y, también, para que los gerifaltes de nuestra Semana Santa miren a la juventud con mejores ojos; algo que afortunadamente poco a poco está cambiando.
El cartel me gusta. Me gusta que Cristo mire a su Madre y nos mire a todos en la calle. Es el primer cartel no fotografiado de nuestra Semana Santa y creo que es una muy interesante obra. Me alegro también de que esta vez el protagonista directo no sea el Edificio de las Mariposas, aunque me temo que también lo veremos ya que aparece en la imagen ganadora del Concurso de Fotografía. Partiendo de que seguro que la foto es muy buena, aprovecho para decir públicamente que ya me cansa mucho ese edifico en este tipo de fotografías.
Se inaugura con este acto el prólogo de una Semana Santa en la que, como cada año, somos muchos los que estamos dispuestos a poner nuestro esfuerzo, nuestro cariño y nuestro tiempo al servicio de nuestra ciudad.
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