Una Cuaresma para no olvidar.

Con Daniel Valverde, alguien de quien aprender.

Esta Cuaresma será siempre especial para mí por los momentos tan especiales que he vivido en ella.

Presentar el cartel de la Hermandad de la Macarena fue una experiencia magnífica que se vuelve mágica cada vez que alguien me ha dicho que gustó lo que con tanto cariño y tanta ilusión preparé para ese día. Fue una grandísima responsabilidad que afronté con el deseo de hacer de la presentación del cartel una verdadera reflexión cristiana, alejada del artificio y lo técnico de la fotografía. Aun a sabiendas de que aquello pudiera parecer más un "pregoncillo" que una presentación de cartel, pero asumiendo con gusto ese riesgo.

Allí volví a estar rodeado de la gente de la Hermandad de la Macarena a los que no me cansará de alabar y dar gracias, de mi presentador que había sido el pregonero anterior, mi compadre José Antonio Sánchez Sánchez, de mis hermanos del Resucitado, de mi familia. Por vivir momentos así bien merece la pena pasar unos poquitos de nervios, como diría aquél.

Y a la semana siguiente llegó el momento, también esperado, del pregón de Daniel Valverde. Misma Iglesia, misma Hermandad, distinta atmósfera. Lo cuidó todo hasta el más mínimo detalle y deleitó a los presentes con un pregón para el recuerdo que he tenido la ocasión de volver a saborear. Los cofrades almerienses nos podemos felicitar por su feliz aparición en el mundo de los micrófonos semanasanteros.

Y por la parte que me toca, me alegro muchísimo de la decisión que tomé hace ya algo más de un año de proponer a Daniel Valverde Miranda como presentador del cartel del Resucitado para 2015. Pocas cosas mejores he hecho por mi Hermandad.