Supongo que no sabemos entender nuestra vida sin el largo plazo. Imagino que incluso cuando una enfermedad nos lo borra y nos pone el horizonte en X semanas de vida, seguimos jugando a imaginar el largo plazo para pensar en todo aquello que nos perderemos. No sé realmente qué antigüedad tiene este fenómeno en el ser humano o si es aplicable a todos los lugares del mundo, dado que hay países con una esperanza de vida real y tristemente baja.
Pero en el mundo en el que vivimos, lo que llamaríamos primer mundo, lo normal es firmar hipotecas (¡préstamos con garantía hipotecaría!) a treinta años. Caramba, treinta años. Lo normal es planificar también otra suerte de eventos en el largo plazo: hay quien tiene la fecha de su boda dos y tres años antes de casarse. Somos hijos, en fin, de un tiempo de bienestar y paz que nos ha permitido despegarnos con carácter general de una realidad aplastante: no existe otra cosa que no sea el presente.
El pasado existió y ya carece de toda existencia, a veces incluso de importancia. El futuro aspira a existir algún día, pero nunca existirá sin pasar a ser presente; y de su aspiración a su realidad ya sabemos que siempre hay alguna que otra diferencia.
A mí me repatea un poco, vamos a ser finos, eso de que "de esta crisis saldremos mejores personas" porque siempre pienso que lo único claro es que saldremos menos personas; y eso sí que no tiene arreglo y es una tragedia en muchos hogares. Pero creo también que tenemos la obligación de aprender de esto y de todo lo que nos pase en la vida; y una de las enseñanzas principales que aspiro a sacar de esta situación es la de que somos esencialmente tiempo presente.
Seguiremos contratando esas hipotecas, seguiremos trazando proyectos a largo plazo, seguiremos haciendo planes... pero hay que estar en el presente de manera consciente para vivirlo y disfrutarlo de la mejor manera posible, instalando en el largo plazo aquéllo que no puede hacerse de otro modo. Lo contrario es pretender existir en lo inexistente y eso es, entre otras cosas, absurdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario