Pepe, un central para el Real Madrid.

En enero de este año publiqué una entrada crítica con quienes vistiendo la inmaculada camiseta del Real Madrid hacían uso de una violencia excesiva y gratuita o abusaban del teatro jugando al fútbol. Esa entrada la ilustré con una imagen de Pepe, central del Real Madrid, y la titulé "Pepico".

Pasados ya unos cuantos meses de aquéllo creo que es de justicia reconocer el cambio de actitud que hemos visto en Pepe y que viene, al menos, desde las pasadas semifinales de Champions en las que volvió a consagrarse como uno de los mejores centrales del mundo. Y no hablo de los 20 mejores, sino de los muy mejores.

Llevamos ya bastante tiempo sin verle una acción fuera de lugar ni por violencia ni por oportunos desmayos fingidos. En ese tiempo le hemos visto jugar limpio, destacar como un central de los que hacía años no tenía el Real Madrid y, además, le hemos visto en numerosas muestras de madridismo. Que sí, que cobra mucho por ello y bla, bla bla... pero otros cobran igual o más y no parecen sentir igual el escudo.

El origen de la transformación lo desconozco: quizás haber sido padre, quizás haber entendido al fin lo que significa el Real Madrid o quizás haber tocado fondo (entiéndase adecuadamente) y comprender que un cambio de actitud era más que conveniente: necesario.

Así vemos estadísticas reales que nos muestran que Pepe, hoy en día, recibe más faltas de las que hace. Sí, un defensa central. Vemos también que sigue siendo amonestado como el que más, debe ser que ciertas etiquetas siguen pesando sobre él. Y lo que más me molesta: vemos que gran parte de la prensa de este país le niega incluso la libertad de expresión cuando denuncia públicamente algo que es cierto y que vemos semana tras semana. 

Periodistas (deportivos) coartando la libertad de expresión. Me encanta.