lunes, 28 de enero de 2013

A vueltas con la Alcazaba en su verano.


En Almería nos enteramos ahora de que la Junta de Andalucía nos quiere cerrar la Alcazaba en las tardes de verano. La noticia ha sentado mal a los del PP, a los amigos de la Alcazaba y, claro, a muchos almerienses aunque como de costumbre no a todos. Y es que la unanimidad es algo que aún no ha conseguido ni Cristiano Ronaldo en el madridismo, y miren que se está dejando la piel en que los madridistas de bien le queramos.

El caso es que las tardes de verano de Almería van a peder un atractivo turístico que sería de verdad singular si entre todos, y con todos me refiero a las administraciones públicas, la cuidasen un poco. Acondicionar el entorno de la Alcazaba y ponerla en valor deberían ser objetivos fundamentales de los políticos que nos rodean.

Cabe preguntarse si esto nos preocupa en serio a los almerienses y al turismo que recibimos. ¿Recibimos turistas ávidos de Cultura, especialmente en verano? A bote pronto la respuesta debe ser clara: no. El caso es que la siguiente pregunta viene de cajón: ¿podemos esperar recibir turistas ávidos de cultura en verano si por las tardes cerramos un punto de tanto interés como la Alcazaba? La triste respuesta vuelve a ser no.

Ahora bien, lo que no me extrañaría en absoluto es que desde la Junta de Andalucía se tenga una preocupación por la calidad del turismo en Almería similar a la que siento yo por la calidad del turismo en Nepal y que viene siendo entre nula y radicalmente inexistente. La misma Junta de Andalucía, por cierto, que decidió hace no tanto cargarse el magnífico puente romano de Córdoba y la panorámica que de él se tenía junto a la Mezquita desde la otra orilla del Guadalquivir. Donde había un magnífico puente romano ahora hay un híbrido extraño y aquella excelsa panorámica queda ahora trágicamente aderezada por un edificio muy moderno que, bonito o feo, no pega donde está por más cemento que le hayan echado. Y si Carlos I de España ya se entristeció al ver la Catedral encastrada en la vieja Mezquita, no esperen ahora a que los amigos de la Junta vengan a pedir disculpas o a poner de manifiesto su equivocación, porque no lo harán.

Al menos, queda de momento el consuelo, en Almería están a tiempo de apostar por la Alcazaba, por un turismo de Cultura y por una ciudad y una provincia que necesitan actuaciones sensatas para salir del abismo económico en el que se encuentran.

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