"Noche de paz" siempre me resultó un poco coñazo. Para qué nos vamos a engañar. Pero entonces apareció Michael e hizo una versión que no sólo no me resulta coñazo sino que me parece una canción imprescindible en todo 24 de diciembre.
Aprovecho la ocasión para desear a todos mis lectores, en su mayoría personas no sólo conocidas sino además queridas, que paséis una muy feliz NocheBuena, rodeados de vuestros seres queridos. Sin perder la ilusión por mucho que echéis de menos a otras personas, como este año me va a pasar a mí por vez primera. El Nacimiento de Jesús y su conmemoración una vez más debería ser motivo de sobra para afrontar esta noche con ilusión y con felicidad. La mejor receta será sin duda acudir a la Misa del gallo o del pollo, según se quiera, y jugar a imaginar cómo fue aquella escena del Nacimiento de Dios.
Por cierto, buscando alguna versión alternativa para no sobregarcar con Michael Bublé me topé con una bastante graciosa y sorprendente de La Oreja de Van Gogh: AQUÍ.
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