jueves, 27 de marzo de 2014

Carrusel de hipocresía almeriensista y falsa solidaridad.

Pongámonos en antecedentes: la Unión Deportiva Almería juega hoy jueves a las 22 horas en su Estadio ante el Valencia. Cuando se acercaba esta semana las sensaciones en torno al equipo eran muy malas. Como el fútbol es un estado de ánimo, ahora son mucho mejores tras ganar a la Real Sociedad en el partido que disputaron ambos equipos el pasado lunes, también a las 22 horas, por cierto.

El caso es que con la moral de la afición por los suelos se decidió entre club y diario local (La Voz de Almería) que a los aficionados que llevasen alimentos a la sede del periódico se les regalarían entradas. Hasta aquí todo bien: vamos a llenar el campo en un partido al que irá poca gente y de paso ayudamos al Banco de Alimentos. Hasta ahí, un servidor que es abonado y prefiere no saber a cuánto le sale cada partido acepta la situación.

Pero esta mañana le echo un vistazo al periódico y leo a los que recogieron ayer sus entradas pidiendo que se repita la iniciativa "para ayudar a unos y animar a otros". 

Y me hierve la sangre.

Y me pregunto: ¿para animar al Almería necesita usted que la entrada le cueste tres paquetes de lentejas? ¿Para ayudar al Banco de Alimentos necesita usted que a cambio le dén una entrada para el fútbol? Porque el Almería juega en casa algo así como cada dos semanas y siempre quedan entradas por vender. ¡Anime usted! Y el Banco de Alimentos así como otras instituciones aceptan lentejas, dinero, tiempo y ayuda en cualquier momento del año. ¡Ayude usted! Pero no ande pidiendo al club que repita esta iniciativa para poder vivir el fútbol en vivo mientras abanica su conciencia.

Por mi parte, acepto con resignación la actuación del club ante un partido en el que muy pocos iban a comprar entrada, valoro el esfuerzo logístico del periódico y no reprocho nada a los que acuden sin más a entrar en el juego de cambiar comida por fútbol; pero no puedo con los que se ponen medallas de almeriensismo y solidaridad mientras piden que se repita esta actuación. Es el colmo de la hipocresía almeriensista y de la falsa solidaridad.

3 comentarios:

  1. Me estoy tocando niño!!! Pues amén, que quieres que te diga, los almerienses somos mu raros, algunos!!!!

    Alfredo

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  2. Madre mía, solo puedo decir AMÉN. Los almerienses somos mu raros, algunos

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  3. Brillante, Señor Uve. Es muy fácil dar cuando se recibe algo a cambio.

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