viernes, 5 de septiembre de 2014

Cuando el saber es demasiado.

A veces me pasa que pienso que saber demasiado sobre una materia que en el fondo no constituye más que una afición es perder una batalla.

Me pasa con el mundo cofrade donde los entendidos disfrutan la Semana Santa muy a su manera, buscando más los defectos que las virtudes. Caben en una procesión tantas magníficas sensaciones que me parece absurdo estar pendiente a ver cuántas cosas vemos mejorables para luego darle sin pausa a la sin hueso. Creo que el saber de cada uno debe servir aquí para mejorar lo propio y no tanto para criticar (tantas veces malintencionadamente) lo ajeno.

Por decirlo de algún modo, cuando se acerca un paso sobre el que va la Imagen Titular de alguna Cofradía prefiero conmoverme ante su majestad, disfrutar del olor a incienso o estremecerme con el llanto de las cornetas que estar necesariamente pendiente a si el capataz dice esto o lo otro, si sus hombres rachean  o si al levantar hacen el puntillazo o dejan de hacerlo. Que la Semana Santa es un acercar los Evangelios al pueblo y hacerlo con la mejor estética posible, lo cual siempre será muy opinable. Y preocúpese usted del racheo allá donde usted sea costaler@, por la cuenta que le trae.

Algo parecido me ocurre en el mundo del toro, donde son muchas las cuestiones que a lo largo del tiempo se prestan a caluroso debate. Sirva como ejemplo la faena de Ponce a su primero en Almería, que le ha hecho ganador de su 5º Capote de Paseo de la Virgen del Mar, aunque para muchos no sea merecedor de tan especial premio.

Ponce en Almería. Foto del diario El Mundo. Pinchen y lean la crónica.
La faena de Ponce fue, según voy concluyendo con el paso de los días, bonita y lucida para poco entendidos; pero los más entendidos la rechazan como faena meritoria por motivos que son esencialmente los de torear con el pico y no arrimarse. Me han llegado a decir que Ponce "abusó de su técnica", lo cual en sí mismo me parece un disparate. Supongo que Cristiano Ronaldo y Messi deben ser malos futbolistas a juzgar por las tantas veces en que abusan de su técnica para superar defensas y fusilar porteros.

El caso es que a mí me gustó Ponce, mis ojos (que no mis gafas) no están educados para ver ciertas cosas que son las que supuestamente convierten a Ponce en un ventajista de cuidado. Digamos que a mí Ponce me engañó.

En esta época donde queremos pasar todo por las medidas de la razón, quisiera yo abogar por una vuelta a las sensaciones en todas estas artes. Todo sea por huir de un error muy extendido en el día de hoy que es el que hace pensar a muchos que cuanto más critiquen, más saben o más parecen saber.

3 comentarios:

  1. Hay una variable más en la que no se si has reparado. Yo titulé mi crónica "Ponce brilla en la oscuridad de Juan Pedro". Creo que estuvo bien, y de haber matado al segundo podría haber salido a hombros con 3 orejas.

    Pero ahora viene "lo otro". ¿una faena correcta, aseada, con un toro sin fuerza, con medio viaje, sirve para ganar un premio que antaño fue prestigioso? En la Carioca está el video de la faena, y yo no acabo de ver nada extraordinario. Y repito que Ponce estuvo bien. Pero ¿tan bien?

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    1. De lo de Ponce he leído muchas cosas, algunas demasiado extremistas tanto para un lado como para el otro. Imagino que habrá que quedarse con términos más medios.

      Imagino que a lo mejor no se prevé que el Capote de Paseo de la Virgen del Mar quede desierto, lo cual no hubiera sido este año ninguna locura. Bien pensado tampoco hizo méritos, pero yo casi pensaba que sería para Perera.

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  2. Si, en alguna ocasión ha quedado desierto (1986, 1993) pero pedirle a un politico que deje pasar una foto con un famoso es tarea casi imposible. Hace dos años tampoco hubo méritos para darlo y lo dieron (curiosamente también a Ponce).

    Yo no lo hubiera dado, y de darlo creo que también a Perera.

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