Un cielo salpicado de estrellas y con un par de nubes sueltas mostraba casi todos sus secretos a quienes supieran mirarlo con ojos de sabiduría. Baltasar y Gaspar miraban hacia arriba y acto seguido, a la luz de la antorcha, comparaban lo que veían con las notas que el propio Baltasar llevaba años acumulando en la pequeña mesa que constituía el único mobiliario de aquel espacio dedicado a la observación.
En alguna ocasión anterior ya
había estado Gaspar en aquella estancia con Baltasar, en la que el experto
además gustaba de explicarle al novato algunas de las claves de aquella ciencia
o arte, según se mire, que consistía en el estudio del movimiento de estrellas
y planetas. Como de costumbre, la relación lógica entre lo que se veía en el
cielo y en las notas del Mago Baltasar era perfecta y de total sintonía. Gaspar
se limitaba a escuchar con atención y ocasionalmente hacía alguna pregunta con
la que buscaba saciar alguna curiosidad más o menos concreta. En ese momento,
ocurrió algo insólito: mientras Baltasar anotaba algunas referencias en sus
mapas estelares, un soplo de viento movió una de las pocas nubes que adornaban
la noche y tras ella apareció una pequeña estrella que, sin ser la más
brillante, sí que emitía unos destellos muy particulares que pasaban del blanco
a un tono más azulado, y al verde, y al rojo. Gaspar se quedó mirándola
fijamente pues no quería perderla de vista: había despertado su curiosidad. Con
la mano buscó el hombro de Baltasar.
-
Mira allí, ¿qué estrella es aquélla que parece
nerviosa? ¿Por qué parece estar inquieta?
-
A ver Gaspar, déjame que eche un vistazo.
Baltasar siguió el dedo índice de
Gaspar y efectivamente dio con una estrella bastante singular que no era la más
luminosa del firmamento, ni la más grande; pero había dos cosas en ella que la
convertían en única: la primera eran esos destellos tan especiales que de veras
la hacían parecer nerviosa, la segunda es que aquella estrella era, con total
seguridad, la única del cielo que Baltasar no tenía señalada en sus mapas del
firmamento.
Jugando a imaginar, he querido pensar que bien pudo empezar así un viaje que hace más de 2.000 años terminó en un portalillo en Belén y que esta noche desembocará irremediablemente en los hogaras de miles y miles de pequeños de todo el mundo.
Pero antes de pasar casa por casa, ya sabéis que Melchor, Gaspar y Baltasar seguirán el siguiente itinerario en nuestra querida Almería:
17:30 h:
Salida de SS. MM. Los Reyes Magos de Oriente y su comitiva de la
Alcazaba para dirigirse por las calles Almanzor, La Reina, Arráez, Plaza
de la Administración Vieja hasta Plaza de la Constitución, donde se les
dará la bienvenida por el Excmo. Sr. Alcalde de Almería y el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Almería.
19:00 h:
Se inicia la cabalgata y hará su recorrido
por Rambla Obispo Orberá, Puerta de
Purchena, Paseo de Almería, Plaza Emilio Pérez, Avda. Federico García
Lorca, hasta el Anfiteatro donde finalizará.
OJO QUE ESTE RECORRIDO TIENE TRUCO. Tradicionalmente la cabalgata ha empezado a eso de las 19 horas desde el Anfiteatro de La Rambla en sentido descendente; este año nos indica el Ayuntamiento y la prensa que arrancará a las 19 horas desde Obispo Orberá. Yo CREO que arrancará el desfile desde el mismo punto que todos los años, aunque quizás ello implique como se puede leer por algún sitio que lo haga a las 18.30 para estar efectivamente al inicio de Obispo Oberá a eso de las 19.
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