viernes, 27 de noviembre de 2015

Cuestión de respeto.

En este blog, para no llevar a engaño, somos de la opinión de que no pocos derechos deben estar por encima del derecho a la libertad de expresión. Así, entiendo que la seguridad de los individuos es más importante que el derecho a tuitear la ubicación de la policía en una operación antiterrorista, entiendo que no se debe insultar a nadie por su condición sexual; y del mismo modo entiendo que determinadas chanzas con el asunto religioso están fuera de lugar.

Lógicamente y para que nadie se altere, considero que la agresión hecha por el lenguaje o expresiones artísticas nunca merece ser castigada con la violencia física. Vamos, que je ne suis pas Charlie Hebdo, aunque condené enérgicamente los atentados que sufrieron. Ni tan siquiera comparto la postura del Papa de que si alguien se mete con mi madre, lo menos que debe esperar es un guantazo. Pero, insisto, las bromas con la religión me parecen de muy mal gusto.

Como de muy mal gusto me parece lo que ha hecho un artista de los modernos, de los que probablemente no sepan hacer la O con un canuto. Probablemente ya sepáis a qué me refiero, pero por si no lo sabéis os lo ilustro en un par de fotografías:



Este tipo, mal artista y peor persona, se entretuvo en recopilar doscientas y pico formas (según dice y pretende acreditar con fotos como la inferior) consagradas para formar la palabra P E D E R A S T I A; porque según él todos los sacerdotes son asiduos delincuentes de esa tan baja forma. 

¿Es necesario que las formas sean consagradas para que el mensaje sea el pretendido por el llamado artista? No. ¿Es conveniente para alcanzar mayor notoriedad? Sí. ¿Es normal que se subvencione con dinero público una muestra artística de este nivel? No. ¿Debe encajar semejante delirio artístico en el concepto de libertad artística o de expresión? En mi opinión, legalmente puede que sí; desde un punto de vista más humanista, no. Porque la pederastia se puede perseguir de muchas maneras; y ya que este tipo asegura que todos los sacerdotes son pederastas la forma idónea de combatir esa lacra de la sociedad es denunciando la comisión de los hechos delictivos. Porque ojalá todos los pederastas, sacerdotes o no, estuviesen bien encerraditos entre rejas y a ser posible pasando un poco de frío este invierno. Pero que no se juegue con algo tan serio como es una forma consagrada para un cristiano católico.

Dicho esto, en parte debo dar las gracias al artista pues verdaderamente ha despertado en mí sensaciones maravillosas, aunque sea indirectamente. Para mí, ha sido una verdadera revelación ver a cientos de personas orando ante las puertas de la exposición o arrodilladas antes las hostias que formaban la dichosa palabra. Los gestos de todas esas personas, su manera de reaccionar al más vil de los insultos, me ha conmovido y me ha ayudado a crecer en la fe. Para mí, esto es una verdadera obra de Dios:




Así es el pueblo de la Cruz.

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