viernes, 23 de agosto de 2024

Segunda de Feria

Sí que estuvimos en familia ayer, aunque el aspecto de la Plaza siempre es mejor en vivo que en Bacantix: ya se sabe, los aficionados -como los gases- tienden a expandirse, especialmente en el tendido donde las localidades son estrechas de más.

Ya se dijo por aquí que el público quiere conocer y reconocer los nombres de los diestros acartelados para cada tarde y, por ende, el de ayer era un cartel difícil. Más propio de "Saber y ganar" que del programa que echan a veces con famosos en Canal Sur en el que, seamos sinceros, les ponen preguntas razonablemente asequibles.

De Fernando Adrián yo sabía porque lo había leído que venía recogiendo numerosos triunfos en esta temporada, Madrid incluido. Ello le ha abierto las puertas de numerosas ferias, entre ellas Almería y Vera. Pero sabiendo eso, no sabía de qué palo iba, no sabía cuál es su rollo, no sabía cómo toreaba este joven diestro madrileño. Curiosidad resuelta: toreo vertical, Roca Rey. Yo ya dejé escrito por aquí que no es el toreo que más me emocione pero ayer le di una vuelta de tuerca más: siendo el toreo que el público más gusta, no es un toreo que resida en el alma de cada torero, sino que me parece un estilo mucho más imitable que la cadencia que imponen a sus lances, por ejemplo, Morante o Juan Ortega. También Manzanares es Manzanares, Talavante es Talavante. Pero Roca Rey o Fernando Adrián se puede ser, es cuestión de echarle huevos, que una cosa no quite la otra. Y es cuestión, claro, de no llevar escrita en el alma alguna otra cosa que te lleve por otros senderos.

El caso es que Adrián estuvo muy bien en su primero, pero en ese lanzar la moneda al aire que es la suerte suprema se le fueron al limbo de las orejas perdidas, imagino, un par de apéndices. Felizmente, en su segundo volvió a andar por los mismos fueros y acertó con el acero, con lo que terminó recogiendo sus 2 orejas y su Puerta grande.

A Jorge Martínez lo he visto mejor otras tardes, lo que me hace pensar que igual el ganado no fue todo lo bueno que nos hubiera gustado. Tiene gusto, tiene profundidad... creo que ayer no encontró pellizco. Con todo y con eso, recogió 2 orejas en su segundo para acompañar al diestro madrileño en salida triunfal a hombros.

En lo que llevamos de Feria reconozco que hay algunas segundas orejas que no me han terminado de encajar por lo visto en el ruedo y debo recurrir a otras explicaciones más esotéricas para terminar de entenderlas: algunas por si en el segundo toro no es posible dar una, otras porque en el primero se hicieron algunos méritos que no se pudieron premiar. Bueno, creo que en el paladar del sentir general de la plaza se digiere mejor una oreja de más que una oreja de menos.

Y si está usted viendo que este párrafo ya es el último y que aún no se ha hablado de Paco Ureña y usted lo echa de menos, debe saber que lo mismo me pasó a mí con el toreo de este honrado espada al que yo también eché de menos.

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