Pero hay tanto que agradecer...

Agradezco mucho los comentarios de ánimo que recibí en la entrada anterior. La pena es que uno de ellos sea anónimo y el agradecimiento se quede un poco flotando en el aire. Pero gracias en todo caso.

Adelanté ya al responder a un comentario que también quedo muy agradecido a mucha gente. Pero que de verdad que no me gusta alargar mucho las entradas... Y por eso lo dejé para más tarde.

El gravísimo peligro de estas cosas es dejarse a gente por el camino... pero es un riesgo que siento que esta vez debo correr.

Desde nuestro inicio hemos recibido ayuda de muchas hermandades. Especialmente Perdón, Coronación, Macarena, Soledad y especialísimamente Prendimiento. Seguro que me dejo alguna atrás y seguro que muchas otras no nos han ayudado únicamente porque no se lo hemos pedido. Gracias a todos. Tiene un mérito enorme con el trabajazo que tiene en cada hermandad la Semana Santa que se hayan portado con nosotros como lo han hecho. Y en este sentido me voy a permitir el lujo de personificar todo ello en Enrique Marín, actual hermano mayor de Prendimiento. Sepan todos que la última levantá de este año del Resucitado en la Catedral antes de cruzar la puerta fue por todas esas hermandades y que el golpe de martillo lo dio el propio Enrique Marín. Me parece que nuestro capataz no pudo estar más acertado.

También quedo muy agradecido a las personas de la Agrupación que nos han apoyado en este tiempo y que lo siguen haciendo aunque haya quien no se lo ponga fácil. Creo sinceramente que seguimos siendo una buena apuesta a medio-largo plazo.

Y en un plano estrictamente personal me gustaría hacer mención especial a Lola Haro y a Fernando Giménez porque ya por segundo año consecutivo se han acordado de la Prehermandad y de un servidor para intentar darnos un poco de eco y porque la Prehermandad en muchos sitios juega en Segunda División, pero en La conspiración de las mantillas juega al mismo nivel que todos los demás.

A quienes sois de la Prehermandad, a quienes os acercáis a ella para temas más concretos como la propia procesión, a quienes nos tenéis en cuenta y confiáis en nosotros... MUCHAS GRACIAS.

Sabed que los principios son duros (no sé si imagináis cuánto) y confieso que a veces las fuerzas flaquean, pero mientras estéis ahí todo esto seguirá adelante y el gran desafío del que hablaba en la entrada anterior será cada día más fácil.

Con Su ayuda, la de Él, todo es posible. Incluso cambiar una chispita esta Almería nuestra.

La fotografía es de Jorge Ponce