jueves, 30 de septiembre de 2010

Mundo loco

El día de ayer, con huelga y demás, fue un día regulero tirando a malo por las cosas de las que uno se enteró. Voy a dividirlas en dos bloques temáticos:
- El primero de ellos es el propio del día, esa huelga general que convocaron los sindicatos. Escuece saber que muchos de los que fueron a la huelga lo hicieron al ver amenazados sus negocios y en algunos casos incluso su integridad física. Esto es una locura y un despropósito. La libertad de ir a la huelga ha de ir acompañada de la libertad de trabajar sin temer que me vayan a agredir o que vayan a romper las ventanas de mi negocio o lo que sea. Definitivamente este mundo está loco y en pleno siglo XXI parece que nos hayamos quedado unos cuantos siglos más atrás. Como anécdota cabreante os cuento que en el portal de mi edificio, que es un edificio residencial con una planta de oficinas a la que se accede por otro portal, los piquetes "informativos" se cargaron la cerradura. Insisto, en un edificio residencial. Y ya de paso, yo me pregunto si en esta sociedad llamada de la información alguien necesita de piquetes informativos. Me pregunto también porqué si son informativos están formados en ocasiones por decenas de personas con cara de pocos amigos. Locuras propias de este mundo...

Imagen tomada de la web de Antena3

- El segundo tema tiene que ver con el supuesto ataque que sufrió Jesús de las Penas, de Rosario del Mar. Digo supuesto porque si nadie lo vio... vaya usted a saber. En cualquier caso todo indica que fue un ataque intencionado y como tal lo valoraré. Quiero empezar diciendo que en mi opinión el problema no es que se le haya roto un dedo y se le hayan causado daños en el brazo consecuencia del tirón, estamos hablando por este lado de un trozo de madera que, como tal, se arregla. El verdadero problema es que ese ataque se hace contra una imagen de Jesucristo, patrimonio de un grupo de cristianos que conforman una hermandad. El problema es que se ha atacado a una imagen de madera sobre la que mucha gente vuelca su fe, su cariño, su oración, etc. El ataque a la madera es un ataque contra el patrimonio físico de Rosario del Mar. El ataque a una imagen de Jesucristo es un ataque contra unas creencias religiosas en las que esa imagen es una representación de Dios, ahí es nada. Y es que estamos en unos tiempos de un laicismo en ocasiones desaforado que trae estas consecuencias. Provocado en una mínima parte quizás por actitudes mantenidas por la propia Iglesia, pero provocado esencialmente por un sector social y político que todos conocemos. Sólo me queda esperar que pronto se repare esa bellísima imagen de Jesús de las Penas (para mí posiblemente la mejor imagen Cristífera de Almería) y pronto vuelva a estar expuesta al culto para que quien quiera pueda volver a mirarle a los ojos mientras lanza al cielo una oración. Esperar que el mundo vuelva a ser cuerdo quizás sea pedir demasiado.

En definitiva, hablo de dos ataques contra la libertad (en el primer caso de trabajar y en el segundo caso religiosa) hecho por unos personajes que un buen día deciden molestar a los demás amparándose en unos supuestos principios y valores que, desde el momento en que se usan como pretexto para el ataque, pierden todo su peso moral.

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