jueves, 31 de julio de 2014

Jóvenes, comprometidos y enamorados.

Parece que no es frecuente hoy en día tropezarse con parejas jóvenes, comprometidas y enamoradas. Debe ser por ello que cuando me topo con parejas así, me hacen sentir bien con su simple ser.

Parece que es más sencillo ir rebotando de pareja en pareja hasta que algún día, por azar o por suerte, decidas quedarte en esa parada del bus. Al menos mientras te apetezca.

Tal y como yo lo veo el tema es lo suficientemente serio y complejo como para andar dogmatizando o lanzando reglas generales. No se debe pedir a nadie que malgaste su vida junto a otra persona por el mero hecho de haber empezado una relación, pero creo que sí cabe exigirse un esfuerzo para aquellas cosas que te gustan menos o te resultan menos soportables.

Ya digo, debe ser muy divertido andar enrolándose cada fin de semana o cada noche en un ejército distinto, pero no sé si "at the end of the day", que dirían en inglés, resulta gratificante.

Quien guste de hacerlo, puede asomarse al perfil en Instagram o en Twitter de Dan Bilzerian. Verán una vida desenfrenada, llena de lujos, coches increíbles, fiestas y muchas mujeres. Mujeres, por cierto, nada feas. Vamos, que de primeras podríamos pensar que ese tipo sí que sabe vivir.

Y bien que hace si eso es lo que quiere. Claro que también su vida tiene algún lado negativo si hacemos caso a lo que se puede leer por ahí: "tuvo un infarto luego de no dormir por tres días producto de un exceso de cocaína, éxtasis y Viagra".

¿Y por qué hablo de este tipo? Porque hace pocos días estuve en la boda de unos amigos que representan esencialmente lo contrario al señor Bilzerian. Se han casado jóvenes, comprometidos el uno con la otra y sin duda enamorados. El conjunto de la boda fue un canto al amor, a la sencillez y en su caso además a la fe. Resulta fácil imaginar que el señor Bilzerian no se aburre; tan fácil como pensar que prefiero estar en el lado de los jóvenes (hasta que deje de ser tal cosa) comprometidos y enamorados. Comprometido con mi familia y también con mi fe. Enamorado de la vida y de mi familia.

Qué bueno es tener espejos en los que mirarse.

3 comentarios:

  1. Almudena: No quedan valores de los que requieren un esfuerzo. El desarrollo de la vida del hombre en los últimos 50 años se ha asado en hacer la vida más cómoda, bien para algunas cosas, pero mal para otras. Ese esfuerzo y compromiso del que hablas merece la pena.

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  2. Algo de suerte también hay en encontrar el amor de su vida con 20 años y no con 30. Aunque entiendo que no hablas tanto de edad sino de compromiso, y en saber apreciar y cuidar a la persona que tienes a tu lado, comprometerse para lo bueno... y lo malo, que muchas veces uno tiende a olvidarse de eso, que hay que estar para todo, no solo las alegrías!

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    1. Por supuesto como bien dices no es un tema de edad, sino de compromiso.

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